viernes, 8 de noviembre de 2013

EL SENTIDO DE LA VIDA


"Lo que en verdad necesitamos es un cambio radical en nuestra actitud hacia la vida. 
Tenemos que aprender por nosotros mismos y, después, 
enseñar a los desesperados que en realidad no importa lo que esperamos de la vida, 
sino qué es lo que la vida espera de nosotros."   

"Al hombre se le puede arrebatar todo, salvo una cosa: 
la última de las libertades humanas -la elección de la actitud personal 
ante un conjunto de circunstancias para decidir su propio camino."
Viktor Frankl

     Después del psicoanálisis de Freud y la psicología individual de Adler, la logoterapia es la “Tercera Escuela Vienesa de Psicología”. Este tipo de psicoterapia, creada y desarrollada por el neurólogo y psiquiatra Viktor Frankl, se apoya en el análisis existencial y expone que la voluntad de sentido es la motivación primaria del ser humano, en oposición a la doctrina de Freud (“voluntad de placer”) y de Adler (“voluntad de poder”), y propone que la atención clínica a aquella es esencial para la recuperación integral del paciente.


    Viktor Frankl alegaba que la vida tiene sentido bajo cualquier condición. Y había tenido la oportunidad de poner a prueba su filosofía, pues se enfrentó a las peores circunstancias a las que se puede enfrentar un ser humano. Pasó tres años preso en diferentes campos de concentración nazis, perdió a su esposa y a su hijo nonato (que fallecieron en el campo de concentración de Bergen-Belsen), a su padre (que murió en el campo de Theresienstadt, a causa de la debilidad por el hambre y dos neumonías con edema pulmonar terminal), a su madre (que fue asesinada en las cámaras de gas de Auschwitz), a su hermano (en una mina de carbón del mismo campo), y fue despojado del manuscrito que resumía el trabajo de toda su vida (y que estaba a punto de publicar) tras ingresar en el campo de concentración de Auschwitz. 
    Todo el sentido que había guiado su vida hasta ese momento desapareció súbitamente. Pero apareció uno nuevo: Sobrevivir. Se prometió a sí mismo no lanzarse a la alambrada (la forma de suicidio más común en los campos) como habían hecho muchos de sus compañeros. Y se propuso aprender algo de aquel terrible lugar para después ponerlo al servicio de la humanidad. 
      Y vaya si lo hizo. En un momento dado de su cautiverio, re-escribió las ideas claves de su obra en pequeños trozos de papel. En 1945 fue liberado por el ejército americano y poco después publicaría su libro El hombre en busca de sentidoque, al tiempo que relataba su durísima experiencia en los campos de concentración, sentaba las bases de la Logoterapia, un método de tratamiento psicoterapéutico que parte del espíritu y está centrado en la búsqueda del sentido de la propia existencia. 
   Entre sus técnicas más conocidas destacan: la intención paradójica, la derreflexión, el autodistanciamiento, la modificación de actitudes y el diálogo socrático. 
     En mi tratamiento para dominar mi mente, para re-educar mi conducta mental y vencer al TOC, he usado varias de sus técnicas con considerable éxito. En el muy recomendable libro Guerreros de la mente, de Isabel Pinillos, se exponen con bastante profundidad. De todas ellas, la que más he practicado con mi terapeuta es la intención paradójica, que consiste en la prescripción del síntoma, es decir, desear aquello que más se teme. 
       Hoy, desde mi blog, quiero reconocer la labor de un hombre que aportó tanto a la humanidad, y que nos enseñó que es posible encontrarle sentido a nuestro sufrimiento y hallar el sentido supremo de nuestra existencia.
       Viktor Frankl, Gracias.