lunes, 21 de noviembre de 2016

EL DESAFÍO DE VIVIR

"A partir de ahora, me voy a decir que sí" 

 La semana pasada tuve la suerte de ser invitado al 30 Aniversario de AVIFES (Asociación Vizcaína de Salud Mental) que llevó como lema "Cada vida, un desafío".

 Para el evento, preparé este discurso llamado "El Desafío de Vivir", que espero que os guste.

                                        


Arratsaldeon, buenas tardes; 
      
"Estamos ante un desafío: podemos convertir esta experiencia en una victoria o limitarnos a vegetar dejando de ser personas". 

Esta frase es del psiquiatra Viktor Frankl. Pero la primera vez que la dijo no fue en su consulta ni en una de sus conferencias sino en el campos de concentración de Auswitchz tratando de motivar a sus camaradas frente al hambre, el frío y la oscuridad de lo que a algunos les parecía el final de sus vidas.

Viktor era judío y fue hecho prisionero por los nazis junto a su familia y su mujer embarazada. Todos excepto él perecieron. Viktor lo perdió todo, incluida su obra, un manuscrito que resumía el trabajo profesional que había realizado durante veinte años, que fue hecho trizas ante sus ojos.

Viktor Frankl se vio forzado a encontrar el sentido de su existencia bajo muy difíciles circunstancias. Y siempre defendió que es la voluntad de encontrar ese sentido (no la búsqueda del placer ni el deseo de poder) lo que realmente motiva nuestros pasos. 

Así que esa noche, a pesar del desconsuelo que sentía por sus circunstancias personales, Viktor motivó a sus compañeros a dar sentido a ese sufrimiento para que se aferraran a la vida.

Como bien dice el lema de este 30º Aniversario de AVIFES, "Cada vida es un desafío". La vida es un desafío para todos. Y la historia de Viktor Frankl demuestra que, aún en las peores circunstancias, uno puede elegir la actitud con la que enfrentar ese desafío. 

Ahora vamos con mi desafío...

Cuando tenía 11 años, me lavaba las manos con lejía hasta hacerlas sangrar. Con 14, me costaba seguir la lección en el instituto y solía traspasar el papel de tanto repasar lo que acababa de escribir. Y a los 18, me resultaba imposible hablar con alguien sin repetir mis propias palabras.

Padezco TOC, Trastorno obsesivo-compulsivo. Un trastorno de ansiedad que puede tener un impacto tan alto en la vida de una persona que la Organización Mundial de la Salud lo incluye entre las 7 enfermedades psiquiátricas más discapacitantes. 

Y para mí, como para el millón de españoles que padecemos esta condición, el TOC hace que la vida sea un desafío cada día. 

Un desafío que enfrento de la mejor manera que puedo con lo que yo llamo las tres A: Autoestima, Actitud y Ahínco.



Autoestima
 Todos tenemos un don y son precisamente en muchas ocasiones el sufrimiento y las experiencias dolorosas que vivimos lo que nos capacita de un modo que ni siquiera habríamos sido capaces de soñar.  

 Sin embargo, a veces nuestra fe en nosotros mismos disminuye o desaparece. Y nos es complicado ver lo bueno que hay en nosotros. Recordar que somos únicos y especiales, como diamantes, es la llave para descubrirlo.

Voy a contarles una pequeña anécdota que me parece ilustrativa:

Hace años, mi representante me llamó para ir a un casting que tenía como finalidad escoger al protagonista de una campaña publicitaria de una gran empresa de telefonía móvil. Cuando llegué, todos parecían modelos de Calvin Klein: eran mucho más altos que yo, mucho más guapos y mucho más fuertes. Pensé que mi representante me había enviado por error a una audición que no era para mí. Así que salí del lugar y comencé a caminar hacia casa.
Hasta que me di cuenta de que me estaba diciendo “no” a mí mismo antes de que otro lo hiciera. Entonces decidí que a partir de entonces me iba a decir “SÍ” y que desde ese “sí” a mí mismo iba a relacionarme con el mundo.
Hice mi audición creyendo en mí y unos días más tarde mi representante me llamó para informarme de que había sido elegido como protagonista de la importante campaña.
Qué importante es decirse a uno mismo “sí”.

Actitud 
 Hablamos de aceptación. Es necesario aceptar el desafío que tenemos por delante y hacerle frente con actitud mental positiva. Una actitud mental positiva me ayuda a empoderarme sobre mis circunstancias mentales (en lugar de que mis circunstancias mentales tengan poder sobre mi).

Ahínco
 Por último, ahínco es la determinación para enfrentarse a ese desafío. Supone pasión por conquistar tu vida. Y perseverancia para volvernos a levantar cuando caemos, porque es seguro que habrá caídas. Pero si tenemos ahínco nos levantaremos con más determinación y fuerza. 

 Nuestro desafío de vida es en realidad nuestro maestro. El TOC es mi maestro. Porque me ha enseñado que no hay límites. A pesar de que yo era casi incapaz de hablar sin repetir mis frases, conseguí hacer realidad mi sueño de ser actor. A pesar de que leer un libro me llevaba meses y a veces me resultaba una hazaña casi inconquistable, conseguí escribir y publicar mi primer libro. 

 Así que, como dice Frankl en cierta medida ese desafío le ha dado y sigue dando sentido a mi vida. Y me ha enseñado lo que es el compromiso.


 Decía la poeta Susan Polis: "Mejorarse de la depresión requiere un compromiso. He hecho ese compromiso por mi amor a la vida y por mi amor a aquellos a los que amo".

Mejorarse del TOC y conquistar la libertad también requiere ese gran compromiso. Y yo he adquirido ese compromiso. Un compromiso que voy renovando día a día, momento a momento. Y que me ha hecho comprender que esos patrones mentales que parecían definitorios de mi destino no lo eran en realidad. 

Esos patrones mentales que parecen definitorios de tu destino no lo son. Tú sin ningún género de duda tienes la llave para que no lo sean. Tú tienes la llave para crear tu destino. Tú tienes la llave para convertir esta experiencia en una victoria.