domingo, 25 de noviembre de 2007

LA VIDA QUE SOÑAMOS

¿CÓMO ES LA VIDA QUE SUEÑAS?


¿Te has parado a pensarlo alguna vez? ¿Cómo te sentirías en esa vida -que a veces parece tan cerca - en la que no tendrías t.o.c., en la que serías dueñ@ y señor/a absolut@ de tus pensamientos en vez de ser, como a veces parece, al revés?
Todos los seres humanos pasamos por esa reflexión en algún momento de nuestra vida. ¿Cómo sería si...? ¿De veras está tan lejos...? ¿De verdad sería posible tal o cuál cosa...?
Me aferro con fuerza a todas las ideas que me hacen avanzar en mi lucha contra el t.o.c. Y una de ellas es que me he dado cuenta de que de veras esa vida con la que sueño no está tan lejos. Aún no la puedo imaginar del todo... O quizá sí, esperad:


Me levantaría de la cama sin preocuparme en lavarme corriendo las manos ni ducharme enseguida. Desayunaría tranquilamente mi tazón de cereales, fruta y yogur. Sin prisa. No pasaría nada al abrir el cajón de los cubiertos que me forzara a abrirlo una y otra vez sin descanso. Después charlaría con mis compañeros de piso y no tendría que cambiar la entonación o intención de algunas frases dichas por enésima vez para intentar ocultar el hecho de que repetía las mismas palabras docenas de veces en la misma conversación, porque eso no ocurriría. Me iría a mi trabajo (a ensayar con mi Compañía de Teatro) y sería puntual. Ninguna comprobación del gas o de los grifos de última hora me empujaría a subir de nuevo los cuatro pisos de mi bloque para poder estar más tranquilo. Compartiría mis ideas con decisión y sintiéndome con pleno derecho a hacerlo, sin culpa, sin ansiedad. Y por tanto, no tendría obsesiones de ningún tipo que me hicieran "estar en la parra" mientras el resto está trabajando. Volvería a casa. Comería de forma saludable. Descansaría un poco, sin pensar necesariamente en nada, sin tener nada que martilleara mis sienes. Me iría al gimnasio. Y haría mis series y repeticiones de ejercicios sin que mis compulsiones se entrometieran. No sería una lucha mental; sólo física, como suele serlo para todo el mundo. Volvería a casa. Entonces sí: me ducharía. Quizá me tomaría un rico batido de proteínas. Y sería buena idea irme a tomar algo con mis amig@s , disfrutar de su compañía, que me hace sentir tan bien. No tendría que repetir nada mientras estoy con ellos. No tendría razones. No tendría obsesiones pululando en mi cabeza, haciéndome sentir responsable de cualquier tragedia que pudiera ocurrir. No estaría concentrado en ninguna oscura posibilidad. Sólo en el momento presente. En lo bueno del momento presente. Quizá me entrarían ganas de ir al baño, pero no esperaría hasta volver a casa para hacerlo. No tendría ningún problema en usar el lavabo público, aunque se hubiera acabado el jabón. Un poco de agua sería necesaria para lavar mis manos. No necesitaría hacer que sangraran para sentir que están limpias. Después de pasar un buen rato con mis amig@s, me despediría de ellos con abrazos y besos, me iría a casa, cenaría algo saludable y no muy pesado, fregaría los platos y me iría a mi cuarto. Me pondría el pijama, me sentaría a leer o escribir un rato. Todo estaría bien. Todo. Disfrutaría de mi propia compañía. Pondría a quemar algo de incienso. Quizá meditaría un rato y me quedaría dormido en un plácido sueño que muy suavemente me transportaría hasta la siguiente mañana lleno de ganas de vivir el día que me espera.
Ésta es mi Vida sin T.O.C. Pensé que no, pero estaba equivocado: realmente puedo imaginármela y visualizarla. Eso ratifica el hecho de que, como dije antes, no está tan lejos. Muchos pensadores y visionarios actuales centran su filosofía en la siguiente afirmación: "Si lo ves en tu mente, lo tendrás en tu mano". Mike Dooley añade además: "cuando sabes lo que quieres y lo conviertes en tu principal pensamiento, lo atraes a tu vida". Esto puede sonar como el lema de una asociación new-age, pero no es sino algo que nos puede ayudar a concienciarnos de nuestro infinito poder mental para conseguir lo que queremos (en nuestro caso, curarnos). Como dice Buda, "todo lo que somos es el reflejo de lo que pensamos".
La Vida que Sueño está más cerca de lo que yo creo. Ahora lo sé. La llave para entrar en esa vida está en cambiar mis pensamientos. No es mi mente la que me domina. Es al revés. Y tengo todo el día de hoy para demostrármelo.
¿Cómo es la Vida que Sueñas? ¿Cómo sería tu Vida sin T.o.c.? ¿Puedes verla en tu mente? Inténtalo, porque tengo la convicción de que imaginarte esa vida te pondrá un paso más cerca de ella.
Suerte y Ánimo a Tod@s!!
Un abrazo.
pd.: Gracias por entrar en mi blog. No olvides participar en la encuesta de arriba. GRACIAS.
pd2.: Mis disculpas (sobre todo a Dama y Juan Carlos) por el retraso de ésta mi segunda entrada.

6 comentarios:

Ivonne dijo...

Soñar? por más cansado que se esté siempre hay lugar para un sueño que ignicione las posibilidades de conseguirlo.

No comento mi sueño porque se haría muy largo y no quiero aburrirlos, sin embargo, Adrián ha sido muy reconfortante para mi sentirme acompañada por tus palabras encontrándome reflejada en muchos de esos comportamientos que amablemente decidiste compartir con nosotros.

Muxo ánimo, vive un segundo a la vez, sin etiquetar los siguientes con rutina y atrévete a dejarte llevar por las ganas que nacen de tu corazón...no de tu cerebro. No pasa nada solo son pensamientos.

Ivonne
gialvera@gmail.com

Damián Alcolea dijo...

MUCHAS GRACIAS IVONNE por tu agradable comentario!!

He estado largo tiempo desatendiendo el blog por cuestiones personales (sufrí una ruptura sentimental en diciembre que me dejó k.o.) pero ahora he vuelto con más fuerza que nunca.

Para mí, es un acto de generosidad muy grande el que te tomes -os toméis- el tiempo para contestar una entrada en mi blog. Me anima a seguir escribiendo. Y lo agradezco de veras. GRACIAS.

Vive la Vida que Sueñas como si ya estuviera aquí y la conseguirás. Gracias por las maravillosas palabras que diriges a mi persona. Es todo un honor saber que mis palabras te hacen sentir acompañada.

Besos y Abrazos, Compañera Luchadora. Sigue luchando para curarte y para conseguir VIVIR la Vida que Sueñas. La Vida sin T.O.C.

Damián

pd.: Sigue pendiente de próximas nuevas entradas. Un abrazo.

ibraim dijo...

hola

Unknown dijo...

Hola nene!!!!! He accedido a tu blog gracias a mi hermana, que me pasó el enlace, ya que a menudo busca por Internet información sobre "mi" enfermedad. A mí me diagnosticaron el TOC cuando tenía 13 años y desde entonces he tenido episodios realmente severos y siempre, de una u otra manera, mi trastorno ha dominado todas las áreas de mi vida, especialmente las que más duelen: la profesional, que es la base de todas las demás y la que te permite tener tu independencia y ser dueño de tu vida (hasta ahora me han despedido de seis trabajos) y la sentimental (mis "rarezas" y mi intensidad emocional suelen abortar cualquier relación que empieza). En fin, a mí muchísimas veces me dan ganas de tirar la toalla, y a medida que vas creciendo ves cómo el TOC te impide alcanzar todos tus objetivos (y en mi caso mis metas son muy elevadas), pero ahora estoy decidida a tomar las riendas y por eso estoy preparando una oposición, con el fin de tener una plaza en la que no me puedan echar por rara. Sólo quería decirte que te entiendo y que conozco la oscuridad en la que puede sumirte el TOC, tanto por la angustia inmediata que generan los incesantes rituales como por las implicaciones sociales que se derivan de ellos, y ofrecerte mi apoyo si lo necesitas. Te dejo miMySpace: www.myspace.com/supercharm. Un beso!!!!!

Tulip dijo...

Ante todo mi agradecimiento por hacer este blog, actualmente estoy pasando por una recaída por las obsesiones y los post y comentarios me han dado un poco de tranquilidad.

Con respecto a la vida que sueño, vaya, a ver si logro en resumidas palabras describirla:

Serìa una vida sin angustias constantes por el bienestar de mi familia. Mis noches serìan agradables y sin pasar horas acostada en mi cama, viendo el techo sin poder dejard e repasar cada detalle de mi dìa, angustiandome si hice algo malo y como deberia hacer las cosas a la mañana siguiente. Podrìa terminar mi carrera definitivamente sin faltar ningun dìa por obsesiones constantes que no me dejan salir de mi casa. Podrìa compartir mas con mi pareja libremente, seria capaz de afrontar retos sin pensarlo diez veces antes de tomar una decisiòn. En hechos que sean negativos podrìa pasar la pagina y seguir con mi vida sin tener que pasar semanas en angustia, creando diálogos que debi haber dicho, acciones que debi realizar, etc.
Vería a mi futuro y mis metas mas cerca de lo que las veo, no tendría tanto miedo de ser madre.
En fin mi vida soñada sería tranquila, liviana y mucho mas exitosa. Saludos a todos

Yanlare dijo...

Esta sería la vida que sueño:

Me despertaría por la mañana, o bien con alguna alarma suave como radio clásica y jazz desde Paris, o bien por el reloj biológico que me diría que ya he reposado suficiente el cuerpo y la mente. Ese despertar lo haría tranquilo, sin miedo, sin sobresaltos, sin dudar si he dormido lo suficiente ó si he dormido demasiado. Me levantaría de la cama sin pensar que haya cometido un grave error o vaya a cometer alguno. Sólo pensando en lo que me rodea, lo que voy a disfrutar de ese día sin ansiedad, sin dudas, sin inquietudes.
Tendría suficientes ganas y motivaciones de sobra para levantarme sin dudar ya que el día no sería un sufrimiento contínuo sin sentido.

Iría al baño a asearme, de forma tranquila, sin quedarme bloqueado haciendo rituales mentales.

Desayunaría leyendo algunos titulares de noticias en twitter, no todos, sin importarme entender todos a la perfección y verificar una y otra vez que lo he entendido bien de nuevo. Luego apagaría el ordenador y saldría a dar un paseo por la ciudad o parque andando o con patines. Quedaría con algún familiar o amigo a almorzar y charlar un rato, sin estar pendiente de hacer lo correcto todo el rato o cometer algún error. No tendría miedo al salir de casa, verificando si está todo en su sitio y no autocriticarme de si podía haber hecho tal recorrido mucho mejor para llegar a tal sitio. Solamente fluir, salir de casa, disfrutar y llegar al destino. Al hablar con algún familiar o amigo no estaría pensando si le he ofendido en algo o si he dicho lo que quería oir él. Hablaría asertivamente, seguro de mi mismo y cometiendo algún error.

Volvería a casa a comer sin pensar que tal hora es mejor que otra, si he hecho todo lo que tenía que hacer y sin bloquearme mentalmente en otras cosas que me produjesen ansiedad. Comería pronto para luego descansar un rato antes de irme a trabajar.

Al trabajo iría con el tiempo de sobra suficiente para llegar con la calma, e igual tomar algo con los compañeros antes de entrar. Podría hablar sin miedo a no saber que decir, a no bloquearme por ansiedad, relajado y disfrutando de su compañía.

No tendría miedo de trabajar con algún compañero conflictivo, porque manejaría muy bien la situación. Sabría cuáles son mis responsabilidades y cuáles no las son. No intentaría controlarlo todo y sufrir durante el trabajo. Intentaría no cansarme mentalmente demasiado y cometer algún error sin importancia, disculpándome si fuera necesario, pasando página rápidamente a otra cosa.

Saldría de trabajar sin pensar si estoy haciendo lo correcto (la hora de salida exacta) o si he dejado algo encendido, o si me he despedido correctamente.

Al llegar a casa, tranquilamente paseando por la ciudad de noche, sin dolor de espalda, sin tensiones en la cabeza, me prepararía para acostarme en la cama con un buen libro hasta quedarme dormido. El libro lo leería sin releer cada línea una y otra vez. Podría leer sin sufrimiento y apagaría la luz sin saber si es la hora “correcta” para dormir lo suficiente.

Muchas gracias por motivarme a escribir este relato. Me está ayudando mucho.

Un fuerte abrazo.